Roscos de vino

Los roscos de vino son uno de los dulces de Navidad tradicionales que también merece mucho la pena hacer caseros, son muy fáciles de elaborar, y con ingredientes naturales su sabor es inmejorable. 


INGREDIENTES

  • 300 gr. harina
  • 40 gr. sésamo tostado
  • 70 gr. azúcar molido o azúcar glass
  • 100 gr. manteca de cerdo
  • 1 cdita. de granos de anís
  • 120 gr. vino dulce, tipo moscatel
  • La ralladura de 1 naranja
  • Azúcar glass o molido para decorar

ELABORACIÓN

  1. Comenzamos tostado la harina. Ponemos la harina en una sartén ancha al fuego. Con una cuchara de madera iremos removiendo a medida que la harina se va tostando. Tenemos que regular la temperatura y removerla constantemente para evitar que se queme. Este paso nos llevará unos 10-15 minutos. Retiramos la sartén del fuego y la dejamos que se enfríe antes de utilizarla.
  2. Podemos comprar el sésamos ya tostado o tostarlo en casa en una sartén durante unos minutos.
  3. Cuando la harina esté fría la ponemos en un bol tamizándola. Es imprescindible el tamizado ya que si no le quedarán unos grumos duros producto del tostado. Añadimos el azúcar, el anís y la ralladura de naranja. Mezclamos para integrar los ingredientes.
  4. Añadimos la manteca de cerdo que ha de estar a temperatura ambiente, blandita para poder trabajarla y el vino. Con un tenedor vamos incorporando los ingredientes hasta que nos queden unas migas mojaditas. Con la mano compactamos la masa y formamos una bola.
  5. Colocamos la masa sobre un papel de horno sobre la superficie de trabajo y la achatamos. Tapamos con un nuevo papel de horno y, con un rodillo, estiramos hasta que tenga un espesor de 1 a 1,5 cm. Es una masa de textura bastante arenosa, por eso es necesario que compactemos la masa por los bordes para apretarla, a medida que la vamos estirando.
  6. Con un cortapastas grande y uno pequeño, formamos los roscos de vino. Los vamos colocando sobre la fuente de horno directamente, sin necesidad de engrasarla.
  7. Con el horno previamente calienta 180º C, horneamos los roscos de vino, con calor por arriba y por abajo, sin ventilador, durante unos 12 minutos.
  8. Con cuidado pasamos los roscos a una rejilla, una vez horneados y cuando estén aun templados los rebozamos en azúcar glass o azúcar molido. Este  azúcar glas es lo que les da ese característico aspecto nevado. Recordad que podéis conservar perfectamente vuestros roscos en un tarro hermético durante unos días en lugar fresco y seco.
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